
José tuvo tantas pesadillas que le fue imposible dormir el resto de sus días. La noche complice de su huida no le permitio desentenderse de los gritos de niños y madres, en aquella matanza despiadada. Pero habría que salvar a su hijo. Así lo dicto el ángel.
1 comentario:
Pesadilla para uno sueños de esperanza para otros.
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