Sacrificar para perdonar. No hay justicia, no hay amor, no hay perdón, no hay arrepentimiento. Jericó tenia que caer, el velo del templo de la vida tenia que caer, Betsabé emergió dio gala de su encanto, David tenia que caer, yo tenia que caer. El fuego todo lo purifica. Sacrificar para perdonar. No hay justicia, hay apología de aliento sulfuroso, vaga idea de resurrección al tercer intento. Lázaro se suicido como los cerdos endemoniados al verse nuevamente con vida. No hay justicia, No hay amor. Solo cenizas que el viento dispersa y que llaman:olvido.
¿Sabes cómo luce el dolor ante la desilusión? ¿Lo sabes?
Todos mis demonios marchan a mi encuentro, los he convocado. Inicia el ritual.
La muerte llama.
El amor no existe.
Quemar las naves no es opción.
A.G. Viveros
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