Camino del sur

Termínate la leche, le digo a mi hijo, mientras intento anudar la corbata, él prefiere leer y  jugar en la mesa; es tarde no quiero llegar corriendo al colegio, me aproximo y le doy el vaso, lo bebe sin respirar y me lo entrega orgulloso, listo papá, súbete a cepillar los dientes que ya nos vamos, lo hace cantando, de un sorbo me termino el café, tomo mi portafolio y apago la radio, suficiente noticias para empezar con desanimo el día. ¡Ya baja!, toma tu mochila. El transporte no pasa, caminamos un poco, oye papá Júpiter es el planeta más grande de todos, así es. Por fin el transporte, subimos, pago el pasaje de ambo y nos acomodamos. Mira papá este es un pistón de una locomotora a vapor, me dice mientras mueve el dedo índice de arriba abajo. Baján en la esquina le anticipo la parada al operador de la unidad. Antes de entrar al colegio lo observo y le doy una última acicalada, pones atención y preguntas todo lo que no comprendas, si papá. Avanzamos y la profesora en turno le aplica gel antibacterial, le doy lo del almuerzo, y observo su trayectoria a su salón, se voltea a verme (nunca lo hace) y se despide con su mano de mi. Salgo y me incorporo a la rutina.