14/12/10

Cuando olvidas las cosas por falta de tiempo...

Cierto día curioseando en la plazuela de los Sapos encontré una máquina del tiempo y estuve tentado de comprarla, era cara, pero con mis ahorros y un préstamo de mi madre seguro la conseguía, pero me capturo más la atención un libro de poemas olvidado que según esto lo escribió un robot, pensar en el hecho de que una máquina pudiera compartir sus emociones, si es que las tuviera, conocer realmente la manera en que una máquina puede percibir el mundo, me lleno de curiosidad, finalmente la máquina del tiempo es mas costosa y habría que arriesgar a ver si funciona realmente, o dejarla como un artículo de decoración. Opte (por costo e interés) por el libro finamente encuadernado, según esto lo escribió un robot alrededor de 1943. Le pague el costo acordado y me dispuse a buscar una cafetería donde pudiera deleitarme con mi nueva adquisición, Mi curiosidad era mayor que decidí hojearlo mientra caminaba, olí sus hojas viejas y acaricie la textura de la cubierta, “Poemario de FP07-BA-07 Editorial Textos imposibles” dedicado con bolígrafo en escritura script a una tal Abuela Ruperta, avance a hojearlo para descubrir que no contenía ni un solo poema, en cambio venia una especie de manual para lograr calentar el agua con una resistencia y preparar un excelente té. Mi decepción torno molestia al grado de dar la vuelta inmediatamente para reclamarle y exigir que me regresara mi dinero,
el Anticuario hábilmente y habiendo visto mi interés previo por su máquina del tiempo prometió una demostración para terminar de engancharme a ella y para demostrar que funciona, la enciende de aquí, con el reloj le pone los minutos que desea retroceder, importante por ser una máquina pequeña solo regresa 12 horas nunca podrá ir al futuro puesto que este no ha transcurrido. Para la demostración le parece bien quince minutos y sucedió que el espacio fisico y el tiempo se doblaron y estirarón.

Y ahora no recuerdo porque compre una colección de la enciclopedia británica con las hojas en blanco y porque aun conservo el libro de poemas escrito por un robot, de anticuario, nada sé, he olvidado su rostro.

1 comentario:

Gala dijo...

Mi gran y encabronadamente chingon amor...me facina leerte, vivirte, sentirte, de verdad eres grande aldrito...