Observo como las luces de los autos dibujan su trayectoria en el techo, la luz a penas se filtra, mi esposa duerme placida, luce mas inocente descansando. Abro levemente la persiana para ver como se muestra la ciudad a esta hora. El peso ausente de mi cuerpo en la cama provocan ahuyentar también el sueño de ella. ¿qué pasa? pregunta. Nada. No pasa nada. Y regreso a la cama. Las luces son cada vez menos frecuentes. La luz a penas se filtra y nada, no pasa nada. Oscuridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario