Un vagabundo fue despertado por una alma en pena.
-¿Duele morir? pregunto el vagabundo.
-No más que el vivir.
-¿qué haces entonces aquí?
-Olvide como dejar de ser
-Cambiemos entonces de posición. Vagabundea y a mi déjame penar. Nadie notará el cambio.
Y así fue.
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